Las manchas cutáneas son una de las preocupaciones más recurrentes y por tanto buscamos los tratamientos más efectivos.
La melanina es indispensable para la vida celular porque proporciona coloración a nuestra piel y constituye un escudo fotoprotector. Las células responsables de la pigmentación son los melanocitos, células situadas sobre la membrana basal epidérmica. En su interior se almacena el pigmento de la piel (melanina). Hay dos familias de pigmentos mecánicos: las feomelaninas, cuyo color varía de amarillo al castaño rojizo, y las eumelaninas, que abarcan del castaño al negro.
Las causas de las manchas cutáneas
En su aparición influye la exposición al sol, la edad, factores hormonales y ciertos medicamentos (anticonceptivos…), además de una predisposición genética.
Estos factores pueden alterar la producción natural de melanina y provocar un exceso de melanina localizada en forma de manchas marrones (hiperpigmentación).
El sistema natural de nuestra piel se defiende de los rayos UVA Y UVB gracias a la pigmentación. Cuando hay una excesiva exposición al sol o un desarreglo hormonal la aparición de manchas es más común.
Los trastornos de pigmentación afectan mucho más a mujeres que a hombres. A partir de los 40 años, afecta directamente al 90 % de mujeres y el 10 % de hombres.
“Las manchas cutáneas normalmente aparecen en la frente, en los pómulos y la zona del labio, pero pueden llegar a abarcar toda la cara, escote y antebrazos” asegura la Dra.Mariola Bellon, directora de la Clínica de Medicina Estética CENYDIET. Cuando los signos son evidentes, hay que clasificar el fototipo de piel, conocer el tipo de mancha con la lámpara de wood así como estudiar su historial clínico.
Obtenidos todos estos datos se realiza el diagnóstico y se decide cual será el tratamiento a seguir.
La Dra. Bellon sugiere diferentes tratamientos personalizados para combatir las manchas.
Los tratamientos muy localizados se suelen aplicar a manchas en las manos o pequeñas manchas en la cara. Para ello se utiliza nitrógeno líquido o ácido tricloroacético al 35%. Estos componentes evolucionan formando una costra ligera que cae en el periodo de una semana llevándose la mancha.
Los Peelings despigmentales
La palabra anglosajona “peeling” puede traducirse al castellano como “pelamiento” o “desconchamiento”, pero en términos técnicos dermatológicos significa básicamente
exfoliación, la pérdida controlada y racional de una o varias capas de la piel mediante uno o varios mecanismos. En la actualidad podemos encontrar más de un centenar de sustancias que, solas o combinadas, sirven para llevar a cabo distintos tipos de peelings.
Este tratamiento está especialmente indicado en casos de efélides, lentigos, melasmas epidérmicos y dérmicos o pigmentación post inflamatoria. Según su tipología y potencia, los peelings químicos generan cambios a distintas profundidades de la piel, dividiéndose en su propia clasificación: muy superficiales (hasta el estrato córneo), superficiales (hasta la camada basal), medios (hasta la dermis papilar) y profundos (hasta la dermis reticular).
Esta profundidad de acción depende de varios factores, siendo algunos de ellos el tipo de químico empleado, la concentración de este químico en la solución o pasta escogida para el procedimiento, el tipo de piel, el tiempo de contacto de la piel con la sustancia, del número de capas de la sustancia que apliquemos, la técnica de aplicación y el método de preparación de la piel antes del peeling. La anterior clasificación orienta a escoger el agente químico de acuerdo con la profundidad de la lesión que se quiere tratar, acotando que esto no es absoluto y enfatizando que cada agente químico, dependiendo de los diversos factores antes anotados, puede cambiar su accionar y afectar a una profundidad distinta a la esperada.
Hidroxiácidos despigmentantes
Estos componentes químicos se utilizan en multitud de aplicaciones en dermatología gracias a sus efectos beneficiosos en varios frentes. Algunos de los más importantes son:
– Ácido fítico: se encuentra de forma natural en la mayoría de cereales, legumbres y semillas. Tiene propiedades quelantes de iones metálicos, especialmente cobre y hierro, que le confieren las propiedades inhibidoras de la tirosinasa y, por lo tanto, inhibe la formación de melanina por parte de los melanocitos.
– Ácido kójico: tiene efectos antimicrobianos y es un potente inhibidor de la tirosinasa, lo que lo convierte en un muy buen despigmentante de la dermis, formando quelatos con iones metálicos. En productos cosméticos se utiliza para combatir las manchas seniles y la pigmentación en rostro y cuerpo.
– Ácido láctico: facilita la descamación de los corneocitos hiperpigmentados, facilitando y acelerando la renovación celular.
La IPL (Luz Pulsada Intensa) se trata de un tratamiento de fotorejuvenecimiento no invasivo, recomendado para personas que presenten síntomas de envejecimiento cutáneo. Se trata de la aportación de pulsos de luz intensa con el fin de mejorar el tono de piel, y darle una apariencia más tersa y juvenil. Sus resultados son apreciables desde la primera sesión.Según el tipo de mancha se necesita entre 3 y 5 sesiones.
Las cremas despigmentantes
Estas cremas tienen como función conseguir una disminución del pigmento responsable del color moreno de la piel. Las cremas despigmentantes están compuestas por diversas sustancias en diferente concentración, como la hidroquinona, muy efectiva para tratar las manchas en la cara; el ácido kójico, un derivado de una levadura; el ácido azelaico; la vitamina C; los alfahidroxiácidos, muy empleados para combatir el envejecimiento; y extractos de plantas como la milenrama, la regaliz, el aloe, el romero, el té verde o la manzanilla.
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